Tuesday, December 21, 2004

21

Desde siempre he tenido una relación con el número 21. Nací un día 21, en la primaria casi siempre me tocaba ser el número 21 en la lista y... eh... 21 es el número de veces que debo tocar las esquinas de mi cuarto antes de dormirme para que no se acabe el mundo (no me agradezcan, lo hago con gusto).
Bueno, por esa razón siempre que viajo trato que el número de mi asiento sea el 21. Ayer decidi que eso debía cambiar. Compré el numero 24.
Llegué al camión y empecé a buscar mi lugar. Del lado derecho la numeración iba 22, 23 y en el lado izquierdo la numeración seguía 25, 26: No había lugar 24.
No me quedó más que ocupar el único asiento que quedaba vacío: el número 21.
Estoy seguro que todo esto significa algo, ¿qué?, no sé... A la mejor que el universo se confabula para crear complejísimas conincidencias para sacarnos de onda pero que en realidad no significan nada...
(Hey, aguanten, ¡hoy es día 21!)