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Y en el lado chusco de las noticias, la gente bonita de la revista eme-equis (o quizás sea gente fea, la verdad no la conozco) tuvo la gentileza de reconocer mi trabajo de la forma más noble, sincera e inspiradora: publicándolo sin avisarme, ni pedirme permiso, ni pagarme. ¿Por qué no pueden ser más como Replicante, quienes prometieron darme un justo pago por la utilización de mis mamadas? A final de cuentas ellos tampoco me pagaron nada, pero al menos se tomaron la molestia de chorearme y se agradece el detalle.
Bueno, como sea, hartas gracias!! (Esperen noticias de mis abogados y prepárense a perder todos los millones malhabidos producto de la publicación de mi inmortal obra).