
Lo peor es que estoy seguro que los jugadores nada más los conservan cuando están chiquitos y simpáticos y que cuando crecen y pierden la gracia los avientan por el escusado.
Para empezar, ésto es un escrutador, una especie de Mario Bros gordo, calvo y con mirada de mariguano, siendo ésta última la única caracteristica con la que cumplo plenamente.
El trabajo del Primer Escrutador consiste en verle las nalgas a todas las viejas que lleguen a votar y contar el número de cochinadas que se le ocurra hacer con ellas (o algo así, me explicó el güey del IFE, pero la neta no le puse mucha atención porque en el noticiero estaban pasando un video de un cerdito que se aventaba clavados de hasta de diez metros de altura!).
Otro trabajo del escrutador consiste en revisar el reverso de las boletas para checar si alguien hizo algún dibujo obsceno en ellas y luego enseñárselo a los demás funcionarios.
En caso de que llegue un manco a votar hay que tomarle un chingo de fotos porque, no mamen, es un manco que vota!!
Si llega una pareja gay a votar, a la presidenta de casilla le crecerán varios dedos extra con los cuales procederá a hipnotizarlos mientras el secretario se caga de la risa.
En caso de que llegue Carlos Salinas a votar, los funcionarios procederán a saludarlo efusivamente y a limpiarle los mocos.
Cualquier sacerdote que sea tan alto como una iglesia tiene terminantemente prohíbido votar.
Si José José llega a votar, un miembro de la fuerza pública procederá a revisar que no se haya puesto la camisa al revés checando que la etiqueta de la misma se encuentre en la parte posterior.
Durante la jornada electoral es muy probable que la casilla sea visitada por un funcionario del IFE, al cual se le podrá reconocer porque sólo tiene cuatro dedos.
Cualquier desacuerdo entre los funcionarios respecto al resultado de las votaciones se decidirá con una competencia de vencidas.
Los votantes tienen el derecho inalienable de acariciarle la cara al secretario en el momento de mostrarle su credencial para votar.
Una vez terminada la jornada, los funcionarios podrán celebrar bailando "Staying Alive" a la manera de Travolta siempre y cuando haya miembros de la fuerza pública que los resguarden.